La infancia y la adolescencia son la base del desarrollo futuro del individuo. De ahí que las necesidades de salud adquieran una especial relevancia en ese periodo. Cualquier circunstancia que las modifique, como es el caso de la enfermedad crónica, supone un impacto al normal desarrollo del adolescente ya que sumerge al afectado y a la familia en un estado de desequilibrio.
En estos casos las problemáticas que tenemos que considerar son:
- El tiempo de duración del proceso o de sus secuelas. En contraposición al adulto es preciso tener en cuenta que en los niños y niñas un período de pocos meses puede interferir de forma importante en una etapa de la vida, y condicionarle en diversos grados para edades futuras.
- Las limitaciones, discapacidades y minusvalidades que conlleva. Hay que matizar sobre cada proceso, puesto que cada uno tiene sus particularidades que lo distingue
- Las necesidades de servicios especiales o prestaciones que requiere
Además, también se debe tener en cuenta las problemáticas que se dan a nivel psicológico y social como:
- Perturbaciones en la dinámica familiar y origen de conflictos en el seno del grupo
- Perturbaciones en el ámbito escolar y en sus relaciones con sus pares
- Carencias relacionadas con las redes sociales y de apoyo por parte de quien las sufre y del grupo familiar
Posibles repercusiones de la enfermedad en el desarrollo del adolescente
- Independencia-dependencia: Se interrumpe la consolidación de la independencia y aumenta la dependencia de los padres o terceros: médicos, enfermeras
- Imagen corporal: Dependiendo del caso, se puede producir una agresión de la imagen corporal o miedo a los efectos de la enfermedad: secuelas físicas o discapacidades, conllevando:
- Disminución de la autoestima
- Alejamiento de los amigos
- Ausencia del Instituto y de sus actividades habituales
- Ansiedad sobre la función sexual o relaciones
- Depresión o ira
- Grupo de amigos: separación, miedo a la reintegración
- Identidad: efecto de la enfermedad sobre su futuro
También es importante que sepamos las diferentes respuestas que pueden tener hacia su enfermedad, pues nos ayudará a prepararnos a esas conductas y a entender que estas son totalmente normales. Debido a esta nueva noticia situación, muchos pasan por una especie de "luto" al perder capacidades o independencia, aunque esta perdida sea temporal.
- Conmoción: Reacción de aturdimiento e impotencia. Dificultad para reaccionar a corto plazo
- Aceptación: Poco frecuente en la primera y media adolescencia. Adaptación con actitudes más realistas, no negando las dificultades presentadas y los sentimientos dolorosos que les acompañan
- Rechazo: Negación de la realidad y búsqueda desesperada de una solución mágica. Rebeldía, incumplimiento de citas, medicación. Descuidándose como no lo había hecho hasta entonces. Queriendo ignorar lo más posible su enfermedad, pues bastante se lo recuerdan sus padres.
- Regresión: Vuelve a hacerse más dependiente de sus padres y otros adultos y muestra un comportamiento más infantil
- Proyección:Transfiere sus sentimientos de frustración a otras personas (médicos, personal sanitario)
- Desplazamiento: Los sentimientos de frustración son transferidos a objetos o cosas, por ejemplo: lanzar objetos o golpearlos
- Compensación: Intenta compensar el déficit en una parcela centrándose en otra actividad
- Intelectualización: Separa la realidad del impacto emocional. Se interesa por los aspectos técnicos de su enfermedad
La reorganización del desequilibrio familiar, pasada la situación de crisis, es básica en el desarrollo del proceso, dada la importancia del soporte familiar en el mismo. Si se logra que el niño sea aceptado en su propia familia, sin sobreprotección, sin infravaloración, sin miedos ni vergüenza, estaremos poniendo los cimientos para que el niño se valore y acepte a sí mismo, y poder conseguir su integración a nivel escolar y familiar.
La integración del adolescente en el ámbito escolar es muy positivo pues supone afrontar ante los demás su enfermedad fuera del ámbito familiar, aprendiendo nuevas formas de contacto y adaptación al medio. Cuando se trata con adolescentes no se debe olvidar nunca la importancia de las relaciones entre gente de su misma edad.
Como actuar en estos momentos es algo realmente difícil, por eso lo más importante es tratar esta situación con un equipo multidisciplinar que ayude tanto al adolescente como a la familia a adaptarse a esta nueva situación.
Bibliografía:
Redondo Figueira CG, Galdó Muñoz G, García Fuentes M. Atención al adolescente. Santander: PUbliCan; 2008.
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