Cuando nos comunicamos con alguien no solo utilizamos la palabra, sino también el tono de nuestra voz, los gestos y nuestra apariencia física. En las últimas décadas se han dado grandes cambios en el área sanitaria y por tanto también han cambiado las expectativas de la sociedad, lo que ha llevado a varios cambios importantes en la vestimenta. Con los años han cambiado las simbologías asociadas a nuestra profesión desde una lámpara (referencia a Florence Nightingale), sellos de la escuela donde te titulaste o los uniformes blancos. Todos estos se han quedado en desuso excepto el uniforme lo que nos lleva a preguntarnos cuál es la perspectiva de los niños al respecto.
Los resultados mostraron que el 53,6% de los niños preferían que el personal sanitario fuera femenino, contra el 15,17% que prefería masculino. El 44,6% prefería personal joven, mientras que un 26,8% prefieren de mayor edad. En esta pregunta se vio como los niños de menor edad preferían enfermeras jóvenes, posiblemente por relación a su madre, mientras que los de mayor edad preferían a enfermeras mayores por su experiencia asociada. El 68,75% prefiere vernos con uniforme de trabajo contra un 19,64% que prefiere ropa más informal. Se les preguntó si preferían ver pijama completo o solo bata y quedaron las respuestas muy igualadas con un 42% y un 39,3% respectivamente. En cuanto al color del uniforme un 49,1% prefería el azul y un 42% blanco. Por último, un 57% prefiere uniformes con dibujos, mientras que un 35,7% los prefiere liso.
Bibliografía:
Tizón Bouza E, Santiago Lopez MC, Vazquez Campo M, Aboy García A. Imagen profesional enfermera en el centro de salud: percepción de los niños respecto nuestra vestimenta. Enfermería Clínica. 2012; 22 (2): 91-4
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