El grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se dedica al estudio de los accidentes en la infancia han calculado una estadística donde se puede observar que debido a las mejoras en la sanidad ahora mismo se registran un número dos veces mayor de muertes por accidentes que por el conjunto de todas estas enfermedades: sarampión, escarlatina, tosferina, disentería, tuberculosis y poliomielitis.
Es importante que las madres conozcan y recuerden los peligros que pueden tener sus hijos para saber utilizar los medios preventivos adecuados para evitar este tipo de tragedias.
- Los lactantes están en un ambiente de relativa protección y están expuestos a peligros que no dependen de ellos mismos, sino de la vigilancia de los mayores: sofocación por exceso de ropa en la cama, caídas desde la cuna o el cochecito, asfixia por ingestión de alimentos o diferentes objetos
- Los niños en edad preescolar (1-4 años) están expecialmente expuestos a accidentes por su curiosidad que les impulsa a querer saber y su inexperiencia que no les permite distinguir que es peligroso. Suelen ser comunes los accidentes en el hogar con instalaciones eléctricas, quemaduras o intoxicaciones.
- Los niños en edad escolar predominan los accidentes por vehículos de motor, cuando se le empieza a dar más autonomía a los niños, como ir solos a clase o jugar con sus amigos por la calle. Los niños son muy despistados en esta etapa y están muchas veces en su mundo, por eso es tan importante inculcarles la importancia de las señales de tráfico y lo peligroso que puede ser cruzar sin mirar.
Los agentes con los que se debe tener especial cuidado son:
- El fuego:
Es sumamente peligroso dejar a niños al alcance de cerillas o mecheros, además mucha ropa que usan los niños es inflamable. Por eso se debería procurar confeccionar a los niños con tejidos ininflamables, aunque puede ser un poco más caro. Las chimeneas y estufas deben estar suficientemente protegidas para que los niños no se puedan acercar a ellas o que no desprendan chispas que puedan perjudicarles. Es muy importante educar a vuestros hijos para que entiendan el peligro que supone
- Quemaduras por electricidad:
Deben protegerse los enchufes pues los niños podrían intentar meter los dedos o algún objeto metálico que podría electrocutarlos. Además también se debe vigilar el cableado de los aparatos eléctricos para evitar quemaduras por tocar cables en mal estado. Lo mejor para los enchufes son protectores de plástico con seguro para niño como los de la foto.
- Líquidos hirviendo:
Un accidente por desgracia muy frecuente son los que ocasionan los líquidos calientes. Cuando los padres están cocinando es común que el niño ande correteando por la cocina y puede ser que con alguna caída o metiendo la mano en algún lugar que no deba le caiga aceite o agua hirviendo. Por eso es importante alejarlos de este tipo de objetos calientes.
- Baños de sol:
Es muy peligroso que los niños estén largo rato bajo el sol sin protección de gorros o zonas de sombra. Esto podría causar quemaduras e insolaciones, incluso pudiendo llegar a complicaciones cerebrales o pulmonares y de deshidratación. Lo más recomendable es que cuando empiece el verano se les deje estar un rato y con el paso de los días ir aumentando el tiempo para que el cuerpo del niño se vaya adecuando poco a poco al sol.
- Playa y mar
El mar es impredecible, y aunque parezca estar calmado siempre puede aparecer alguna ola algo más grande de lo normal o algún desnivel en la arena que lleve a los niños a caerse al agua. Es importante observar y vigilar al niño constantemente cuando se acerquen a la orilla. Además se debería avisar al niño de lo peligroso que es el mar para que el no esté demasiado confiado jugando, y más cuando aún no saben nadar.
También se debe tener mucha precaución en zonas rocosas por el riesgo de caídas y cortes.
- Intoxicaciones:
Hay etapas de su desarrollo en los que los niños conocen los objetos metiéndoselos en la boca, por eso en esta etapa podría ser peligroso que entrara en contacto con productos de limpieza o medicamentos. Lo mejor para evitar este tipo de accidentes es guardar estos productos en alacenas diferentes a las que se ponen los alimentos, y que se encuentren fuer a de su alcance.
- Los pequeños objetos:
En la etapa que nombre anteriormente es realmente peligroso objetos pequeños pues podrían llegar a comérselos y atragantarse con ellos, metérselos por la nariz o incluso que lleguen a taponar la faringe causando que el niño tenga dificultades o sea incapaz de respirar. Por eso se debe tener mucho cuidado con los objetos que se ponen al alcance de los niños y en caso de duda de si ha ingerido algún objeto lo mejor es ir a urgencias pues "más vale prevenir que curar".
- Bolsas de plastico:
Las bonitas y prácticas bolsas de plástico pueden ser de lo más peligroso en las manos de los niños. Este material no es poroso y se adhiere a la piel de los niños, por eso al jugar con ellas poniéndolas de sombrero o metiendo la cabeza resulta tan peligroso pues hay un gran riesgo de asfixia.
- Caídas
Es imposible pretender que los niños no se caigan, son niños, es normal que jugando y corriendo se caigan, lo que se debe intentar es que la zona en donde jueguen no sea especialmente peligrosa. Por ejemplo, subirse a la mesa o alguna silla para alcanzar algo, escalar arboles, jugar cerca de pozos o jugar cerca de animales de granja como vacas o caballos.
- Traumatismos
El cuerpo de los pequeños es aun muy delicado por eso debemos intentar evitar tratarlos con brusquedad. Los tirones de brazo o muñeca podrían llegar a dislocarlos, o por ejemplo cuando jugamos con nuestro hijo a darle vueltas por el aire debemos darnos cuenta de que no podemos cogerles por las manos o los brazos, sino por las axilas para evitar este tipo de lesiones.
- Imprudencias
Las distracciones de los pequeños en la carretera pueden resultar letales, por eso cuando estamos cerca de los coches debemos estar pendientes de nuestros hijos. Además debemos inculcarles la importancia de tener cuidado con los coches.
Sé que después de leer esta lista de peligros tienes ganas de ponerte a envolver toda la casa y a tu hijo con plástico de burbujas, pero no es necesario. Con este artículo no buscamos causar miedo a las madres, solo informar para conocer los peligros y así poder ser conscientes de ellos y tomar las medidas preventivas adecuadas.
Bibliografía:
Los niños, algunas normas para su protección. Barcelona: Nestlé;1962.
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